Santiago de Guatemala en el Valle de Panchoy

por La Antigua Guatemala

HISTORIA

Santiago de Guatemala en el Valle de Panchoy

En 1542, se fundó la Audiencia de los Confines o Capitanía General de Guatemala, y se designó la Ciudad de Santiago de Guatemala como su capital. Al año siguiente, en 1543, se celebró el primer cabildo en el Valle de Panchoy, donde se asignaron los primeros terrenos a los sobrevivientes de la antigua ciudad destruida.

El trazado urbano se diseñó para albergar aproximadamente 5000 habitantes. Las familias principales se establecieron en el centro de la ciudad, seguidas por otras familias españolas y mestizas que recibieron parcelas para construir sus viviendas. Con el tiempo, la ciudad prosperó y se convirtió en el epicentro comercial, cultural, político y religioso de Centroamérica durante más de dos siglos. En aquel entonces, comprendía regiones como Chiapas, parte de Yucatán, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

La importancia de la ciudad era tal que el 10 de junio de 1566, el rey Felipe II le otorgó el título de “Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala”. Sin embargo, a lo largo de esos dos siglos, la ciudad sufrió repetidos terremotos que destruyeron diversos monumentos. A pesar de estas adversidades, la ciudad se reconstruyó constantemente y se enriqueció con nuevos estilos barrocos del siglo XVII, a la vez que preservaba algunos de los estilos originales renacentistas.

La ubicación geográfica de la ciudad, en medio de tres placas tectónicas, dificultó la conservación de muchos monumentos originales. Esta situación impulsó a los pobladores a explorar nuevas técnicas constructivas antisísmicas.

Desde antes de su fundación, diversas órdenes religiosas llegaron a la joven capital. En el siglo XVI se establecieron tres conventos (Santo Domingo, San Francisco y La Merced), además de un convento de monjas (La Concepción) y la Catedral. Estos centros religiosos poseían amplias extensiones de terreno en la ciudad y recibían encomiendas de pueblos indígenas y donaciones comunitarias para su mantenimiento. Los religiosos se dedicaban a construir templos y conventos, a impartir educación a través de doctrinas y a fomentar el arte religioso, mientras introducían tradiciones castellanas en la cultura local.

A pesar de los constantes terremotos, los pobladores se mantenían resilientes en el lugar. Sin embargo, el 29 de julio de 1773, los terremotos de Santa Marta prácticamente arrasaron la ciudad, según varios historiadores. El Capitán General Martín de Mayorga propuso el traslado de la ciudad al valle de la ermita el 2 de agosto de 1773 ante los miembros de la real audiencia. Aunque inicialmente hubo resistencia al traslado, finalmente se volvió oficial debido a las cédulas reales emitidas al respecto. La ciudad fue gradualmente abandonada por la mayoría de sus habitantes, y sus ruinas fueron despojadas de obras de arte y muebles coloniales.

Finalmente, el Capitán General Mayorga obtuvo una Real Cédula en enero de 1774 que aprobaba el traslado provisional de la capital al valle de la Ermita. Desde entonces, la ciudad pasó a ser conocida como “La Antigua Guatemala”.