Compañia de Jesús
Monumentos
Compañia de Jesus
La historia de la Compañía de Jesús en Antigua Guatemala es una narrativa fascinante que abarca desde los primeros asentamientos coloniales hasta la restauración y el uso contemporáneo de sus antiguas instalaciones.
Orígenes y Fundación:
La Compañía de Jesús, una orden religiosa de la Iglesia Católica, tuvo un papel fundamental en la evangelización y educación en las colonias españolas de América. En 1607, dos sacerdotes jesuitas llegaron a Santiago de Guatemala con el propósito de establecer el Colegio de la Compañía de Jesús. La primera iglesia formal del colegio se inauguró en 1626, marcando el inicio de su presencia en la región.
Expansión y Prosperidad:
Con el tiempo, la Compañía de Jesús experimentó un crecimiento significativo. En 1646, una generosa donación de cuarenta mil pesos permitió la construcción de un nuevo templo, un extenso convento y el Colegio de San Francisco de Borja. Para 1655, los jesuitas habían adquirido toda la manzana donde se encontraba el monumento anteriormente propiedad de Bernal Díaz del Castillo. Los claustros del convento albergaban una biblioteca, comedor, enfermería, áreas de servicio y una huerta. La Compañía de Jesús se convirtió en uno de los edificios más impresionantes de la ciudad, ocupando una manzana entera a una cuadra de la Plaza Mayor.
La Nueva Iglesia y Desafíos Naturales:
En 1689, se comenzó la construcción de una nueva iglesia, aunque sufrió daños considerables debido a convulsiones naturales durante su edificación. El 5 de diciembre de 1698, se llevó a cabo la ceremonia de dedicación de esta magnífica iglesia, diseñada por el Arquitecto Mayor de la Ciudad José de Porres. Este templo, de estilo jesuítico, presentaba una arquitectura sólida y ornamentación barroca con pinturas al fresco de exquisito diseño floreado. A pesar de los terremotos de 1717, que causaron daños menores, y los daños más significativos en 1751, los jesuitas lograron reunir cuatro mil pesos para su restauración, que fue aprobada por el Ayuntamiento y completada en 1755.
Cambios en el Siglo XVIII: El siglo XVIII marcó un período de cambios para la Compañía de Jesús en Guatemala. En 1767, debido a una inclinación en contra de los jesuitas en España, el Rey Carlos III ordenó la expulsión de todos los jesuitas de Hispanoamérica. Los clérigos de la Compañía de Jesús tuvieron que renunciar a sus propiedades y abandonar Guatemala.
Uso Posterior y Abandono:
Tras la partida de los jesuitas, hubo intentos de dar nuevos usos a las instalaciones, como oficinas del Estanco y Administración de Tabaco, pero estos planes nunca se llevaron a cabo. Los sismos de 1773 dañaron aún más las estructuras, dejando la iglesia, el convento, el colegio y las casas de estudio en estado deplorable. En 1865, se utilizó parte del inmueble como una industria textil, incluso se construyó una chimenea cerca de la portada principal de la iglesia.
Declive y Reconversión:
Las bóvedas y la cúpula del templo fueron derribadas en 1874, y en 1912, con la urbanización de la Plaza Mayor, se reubicó un mercado en las ruinas de la Compañía de Jesús, utilizando los claustros del convento para la comercialización de mercancías. El conjunto sufrió daños adicionales en 1942 debido a terremotos, y en 1976 se reubicó el mercado municipal después de otro terremoto.
A pesar de los usos lucrativos durante el siglo XX, se han conservado algunos rastros de las imágenes en ladrillo y estuco en las portadas de la iglesia, aunque muchas de ellas han perdido sus cabezas.
Restauración y Uso Actual:
El Consejo Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala realizó trabajos de restauración en 1978, recuperando la portada de la iglesia y permitiendo al público apreciar la belleza de este conjunto monumental jesuita. Actualmente, el convento de la Compañía de Jesús está siendo restaurado gracias a la Cooperación Técnica Española. El 16 de octubre de 1997, se abrió el Centro Iberoamericano de Formación de la Agencia Española de Cooperación Internacional, devolviendo vida a este histórico conjunto.
